Asistimos a uno de los últimos días de varea en el olivar de Sanchón, al norte de la provincia de Toledo, en la comarca de Torrijos. Aunque la novedad es la vibradora, que sacuden las ramas y oxigenan las raíces, no se aprecia la labor de la cuadrilla de seis hombres que han trabajado en la recolección del fruto que, aunque con maquina, se realiza árbol a árbol y con la ayuda de alguna vara pues le cuesta desprenderse.
La variedad cornicabra tiene la gran ventaja de resistir bien las bajas temperaturas. Es tardía, y por ello en nuestra zona se suele empezar a recoger pasado Reyes, aunque puede que se adelante, según venga el año.
La aceituna cornicabra, morada oscura casi negra a la madurez, produce aceites de muy buena calidad.
Su rendimiento está alcanzando el 25 %.
Las olivas de Sanchón cuentan con 85 años. Este año producirán casi la mitad que el año pasado, pues son veceras, es decir, alternan un año de abundante cosecha con otro en que ésta se ve reducida. Las prácticas ecológicas reducen los efectos de la vecería en el olivar.
El fruto obtenido se remolcarán hasta la almazara ecológica, que la transformará en aceite para la marca Tierra Sana.
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