Nuestro aceite, como otros años, presenta un aspecto dorado maduro, cuando salga de sus cofres, donde se guarda a buen recaudo, como tesoro autóctono que es. De una aceituna tardía, variedad "cornicabra" que ha soportado con fortaleza sin igual las inclemencias de nuestro clima seco, muy caluroso en verano y con heladas en invierno. Esta resistencia al clima, la altitud en la que nos encontramos en esta zona norte de Toledo y la buena tierra, hacen de ella una variedad muy valorada por estable y sobre todo por la cantidad de antioxidantes que posee. Su sabor es muy elegante, y el de Tierra Sana, el nuestro, presenta un buen equilibrio entre amargor y dulzor, decantándose por lo segundo, aún así es mejor todavía lo que encierra este aceite desde el punto de vista saludable, como esas casas toledanas, que pueden esconder muchos tesoros, historias, patios preciosísimos, aunque desde fuera parezcan austeras. Nadie se imagina lo que Toledo y sus alrededores esconden.
martes, 9 de abril de 2013
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