Dichos populares como "por la boca muere el pez" o "hablando se entiende la gente" son sentencias que valen tanto para un roto como para un descosido.
La manera de expresarnos en nuestro rico castellano no es asunto sin importancia. A veces sin darnos cuenta utilizamos términos en nuestra lengua que ya no son precisos o abusamos de otros.
Un caso, tal y como me indica con muy buen criterio Carmen, es el seguir denominando explotación agraria a lo que es un terreno de uso agrícola, una finca, una granja en la que lo que se quiere recuperar un ecosistema y en el que se ha dejado de abonar a mansalva con productos químicos o de síntesis, con el fin de hacer algo bueno, producir alimentos que coserven sus nutrientes de forma natural a la vez que se salvaguarda el medioambiente.
Hace tiempo tamibén me gustó el que se me advirtiera que, en el mundo de la gran empresa, se debía abolir el uso de la palabra "personal" y sustituir por "recursos humanos". Efectivamente no es lo mismo. "Personal" suena a "material" y puede que en los balances figuren juntos.
Principios quieren las cosas.
lunes, 30 de julio de 2012
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